¿Qué es la mixomatosis?
La mixomatosis es una enfermedad viral muy contagiosa y grave que está causada por un virus que pertenece a la familia Poxvirus.
Este virus ataca fuertemente a conejos y a la liebre ibérica, teniendo una tasa de mortalidad altísima sobre todo en los conejos. La enfermedad no supone un riesgo para el ser humano.
Síntomas de la mixomatosis en conejos infectados
Los síntomas más comunes incluyen hinchazón y edema en la cara, párpados, orejas y genitales, además de lesiones cutáneas que pueden parecer bultos o úlceras. Los conejos afectados suelen mostrar pérdida de apetito, letargo.
Como hemos comentado anteriormente, tiene una elevada tasa de mortalidad.
Como se transmite la mixomatosis
La mixomatosis se extiende muy rápido, siendo una enfermedad muy peligros y mortal en la gran mayoría de los casos.
La transmisión suele ser mediante vectores (pulgas, garrapatas o mosquitos) que contagian a un conejo sano tras haber estado parasitando previamente a uno que estaba enfermo.
También puede propagarse por contacto directo con otros conejos infectados (mediante secreciones y deposiciones) o mediante objetos contaminados.
¿Existe cura para la mixomatosis en conejos?
Es una enfermedad muy grave y en la mayoría de los casos el animal termina falleciendo, pero existe una pequeña posibilidad de superar la enfermedad. Aunque no existe un tratamiento concreto frente a la misma, mediante cuidados exhaustivos que evitan el debilitamiento de las funciones vitales, una pequeña tasa de conejos infectados, puede salvarse.
Como prevenir la enfermedad
La mejor forma de prevenir la mixomatosis es mediante la vacunación, que es muy efectiva y recomendable, especialmente en áreas donde la enfermedad es común.
Debemos de entender, que, aunque el animal esté dentro de casa y no salga a zonas exteriores, también se puede infectar. Ya que el propio vector (mosquito, pulga o garrapata) sí que puede entrar en el interior. Por ello, es importante mantener a los conejos en un ambiente limpio, libre de insectos y evitar el contacto con animales o insectos que puedan transmitir el virus.
